Muchos creen que engreírte con un relajante o estimulante masaje o sumergirte en un baño caliente y aromático, es hacer Aromaterapia. Sin embargo, esta ciencia ancestral, no es algo tan simple, va mucho más allá con lo que te puede ofrecer.
Un tiempo atrás recibí a una persona, a quien llamaré Camila. Ella sentía fuertes calambres en ambas piernas y varias veces al día. Este malestar le creaba muchos inconvenientes en su vida cotidiana. ¿La razón de esto?, Camila estaba atravesando por una situación conflictiva con su pareja.
Medicamente, el calambre se define como una contracción involuntaria, repentina y dolorosa de uno o varios músculos. Desde un enfoque holístico, los calambres se producen generalmente en las personas que se aferran a algo o a alguien, por miedo a la pérdida (el caso de Camila). Los calambres son un problema bastante común y generalmente fácil de tratar en un consultorio Aromaterapéutico, gracias a las amplias propiedades que ofrecen los aceites esenciales naturales.
La Aromaterapia, como su nombre lo indica, es una terapia complementaria que usa las propiedades de los aceites esenciales (extraídos de las plantas aromáticas de manera natural). Etimológicamente, “Aromaterapia” significa, Aroma: olor agradable; y, Terapia: tratamiento diseñado para curar. Sin embargo, su objetivo va más allá de una terapia física, ya que lo que se ofrece es un enfoque holístico, donde se trabaja a cuatros niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Así, un Aromaterapista, no solo se concentra en curar la dolencia física, sino que preserva y previene posibles enfermedades del cuerpo y alma, sanando desde la esencia misma del ser.
Por ello, a Camila le ofrecí una terapia de masajes en la que combine aceites esenciales de Romero, un poderoso tonificante y estimulante. Lavanda, gran suavizante del carácter y en lo físico, alivia los espasmos. También utilicé Salvia, tranquilizador y armonizador del tercer chakra (plexo solar); finalizando con Enebro, tonificante nervioso y combatiente de la fatiga mental y emocional.
La Aromaterapia proporciona una versión contemporánea del antiguo arte de curar, basándose en la premisa de que, “el mejor modo de prevenir la enfermedad, es fortaleciendo los mecanismos de autodefensa del organismo”. Gracias a la amplia composición química de sus aceites esenciales naturales, la Aromaterapia trabaja de manera extraordinaria a nivel físico, reforzando el sistema inmunológico, devolviendo la vitalidad al organismo y ayudando a combatir el insomnio, entre muchas cosas más.
El ritmo de vida moderno, las grandes ciudades y la civilización, tienden a alejarnos de la naturaleza y sus efectos benéficos. Los seres humanos somos parte y complemento de la naturaleza, venimos de ella y no debemos separarnos de ella. Aprender a vivir nuevamente de manera sana y natural, es indispensable para nuestro bienestar físico, mental y emocional. La Aromaterapia nos brinda la oportunidad de re-encontrarnos nuevamente con la naturaleza, y nos ofrece la posibilidad de sentirnos BIEN.
En cuanto a Camila, sus calambres disminuyeron con el tratamiento y al poco tiempo se olvidó que los tenía. El conflicto con su pareja se resolvió para bien y hoy por hoy, la Aromaterapia forma parte de su vida, ya que siente que le devolvió la confianza en sí misma y fortaleció su salud.
Medicamente, el calambre se define como una contracción involuntaria, repentina y dolorosa de uno o varios músculos. Desde un enfoque holístico, los calambres se producen generalmente en las personas que se aferran a algo o a alguien, por miedo a la pérdida (el caso de Camila). Los calambres son un problema bastante común y generalmente fácil de tratar en un consultorio Aromaterapéutico, gracias a las amplias propiedades que ofrecen los aceites esenciales naturales.
La Aromaterapia, como su nombre lo indica, es una terapia complementaria que usa las propiedades de los aceites esenciales (extraídos de las plantas aromáticas de manera natural). Etimológicamente, “Aromaterapia” significa, Aroma: olor agradable; y, Terapia: tratamiento diseñado para curar. Sin embargo, su objetivo va más allá de una terapia física, ya que lo que se ofrece es un enfoque holístico, donde se trabaja a cuatros niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Así, un Aromaterapista, no solo se concentra en curar la dolencia física, sino que preserva y previene posibles enfermedades del cuerpo y alma, sanando desde la esencia misma del ser.
Por ello, a Camila le ofrecí una terapia de masajes en la que combine aceites esenciales de Romero, un poderoso tonificante y estimulante. Lavanda, gran suavizante del carácter y en lo físico, alivia los espasmos. También utilicé Salvia, tranquilizador y armonizador del tercer chakra (plexo solar); finalizando con Enebro, tonificante nervioso y combatiente de la fatiga mental y emocional.
La Aromaterapia proporciona una versión contemporánea del antiguo arte de curar, basándose en la premisa de que, “el mejor modo de prevenir la enfermedad, es fortaleciendo los mecanismos de autodefensa del organismo”. Gracias a la amplia composición química de sus aceites esenciales naturales, la Aromaterapia trabaja de manera extraordinaria a nivel físico, reforzando el sistema inmunológico, devolviendo la vitalidad al organismo y ayudando a combatir el insomnio, entre muchas cosas más.
El ritmo de vida moderno, las grandes ciudades y la civilización, tienden a alejarnos de la naturaleza y sus efectos benéficos. Los seres humanos somos parte y complemento de la naturaleza, venimos de ella y no debemos separarnos de ella. Aprender a vivir nuevamente de manera sana y natural, es indispensable para nuestro bienestar físico, mental y emocional. La Aromaterapia nos brinda la oportunidad de re-encontrarnos nuevamente con la naturaleza, y nos ofrece la posibilidad de sentirnos BIEN.
En cuanto a Camila, sus calambres disminuyeron con el tratamiento y al poco tiempo se olvidó que los tenía. El conflicto con su pareja se resolvió para bien y hoy por hoy, la Aromaterapia forma parte de su vida, ya que siente que le devolvió la confianza en sí misma y fortaleció su salud.