Uncategorized
Ser madre en la actualidad
Anteriormente, el hogar y la madre eran una presión amorosa para controlar la fogosidad de la juventud y para ayudar a encarrilar el alma de los hijos. Ella era la fuente principal de las recomendaciones morales, del equilibro y de la sagrada imagen de la familia. Todas las atenciones y consideraciones estaban reservadas para esta maravillosa mujer.
Hoy, ser madre es muy complicado, pues el privilegio de ser el centro del hogar ha caído en el olvido. Pareciera que en los tiempos modernos ya no es referencia ni guía de vida, sino que el papel de crianza y responsabilidad ha pasado a ser compartido por otra figura: los amigos.
Si la influencia de las amistades es positiva, maravilloso; pero, de ser negativa, la madre se enfrenta a una situación sumamente compleja, porque debe reenseñar a sus hijos ciertos valores, y queda en desventaja.
Es trascendental entender que los hijos aprenden de nuestras palabras y obras, los preceptos morales que se les comunican son muy importantes, pues, aunque no estén de acuerdo, esas palabras quedan grabadas en el corazón. Pero, algo que sí genera una marca en el alma y un verdadero aprendizaje es la obra y la actitud. Es por eso que hoy la madre debe ser especialmente luchadora y mostrar con el ejemplo el camino. Puede suceder que se deba incurrir en ciertas acciones no muy populares con los hijos, pero, aun así, deben hacerse.
Para aquellas madres que se sienten acongojadas: tengan ánimo y fe, busquen el rescate del hogar, la regeneración de la familia y la consistencia del discurso y del actuar; reduzcan la influencia de la calle en los hijos, reconquisten la educación, el cuidado, el respeto, el civismo, las buenas maneras y la vida sana. Los jóvenes actuales están saturados de información y distracciones, su mente está llena de oportunidades, aunque no todas son las mejores.
El mensaje para estas madres de la modernidad es de constancia, de obrar siempre con amor en los valores perdidos, en no perder la esperanza y en ser fuertes para sobrellevar la adversidad.
Un mensaje de enseñanza que se demuestre con las obras, sin muchas palabras, con mucho ejemplo y poca cantaleta.
Fuente: hildastrauss.com